viernes, 21 de septiembre de 2012

JClic: Un software utilizado para la educacion de niños con discapacidades auditivas (Por Carolina de Castro Costas *)

Andrews y Mason (1991) apuntan tres posibles causas que explican las dificultades en lectura de los estudiantes sordos. En primer lugar, señalan la falta de conocimientos del medio y las pocas experiencias previas con los principales temas de los textos, como una causa de los bajos niveles en lectura de estos estudiantes. 



Los sordos inician el aprendizaje formal de la lectura con un repertorio lingüístico y conceptual reducido, debido a que en la generalidad de los casos el diagnóstico de la sordera ocurre después de los dos años de edad y a que la gran mayoría de los niños sordos nace en familias oyentes que desconocen la lengua de signos.
La segunda se refiere a la pobreza en las habilidades lingüísticas orales de los lectores sordos, ya que presentan un léxico limitado, un menor conocimiento de palabras polisemánticas, un desconocimiento de expresiones idiomáticas e igualmente tienen dificultades con el lenguaje figurativo, las formas sintácticas y las inferencias. 

Otros autores han señalado que una posible causa es que los niños sordos no formulan suficientes preguntas cuando se enfrentan a un texto escrito o que tienen menos interacciones con el significado de la lectura durante sus años preescolares (Lasazo 1993). Por consiguiente, el déficit en la competencia lingüística se postula como uno de los principales factores del fracaso lector de los estudiantes sordos.


Asimismo, ya que su vocabulario es limitado presentan pobres expresiones escritas. Los autores concluyen que el conocimiento de vocabulario es un indicador de las habilidades en lectura, que la falta de vocabulario no puede ser compensada ni sintáctica ni semánticamente, que el desempeño de los sordos es mejor con palabras con un solo significado y, finalmente, que los sordos que poseen un lenguaje fluido y natural desde el nacimiento obtienen mejores resultados en las pruebas de conocimiento de vocabulario que los sordos que no tienen un lenguaje consolidado.

Así como las habilidades léxicas son la base para la comprensión del lenguaje, las habilidades sintácticas son un aspecto básico de la comunicación, ya que las palabras aisladas no transmiten información por sí mismas. La estructura sintáctica representa la forma en que los sujetos organizan su lenguaje, el mensaje se comprende a través de las relaciones que se establecen entre las palabras.

Schirmer (1994) en el desarrollo sintáctico involucra morfología y sintaxis. Señala que cuando los niños aprenden las formas del lenguaje están descubriendo implícitamente las reglas que las gobiernan. De este modo, los morfemas (la unidad más pequeña de significado de las formas gramaticales) se combinan en las palabras (morfología) y éstas en oraciones (sintaxis).

La capacidad para integrar información a través de unidades lingüísticas es clave para el procesamiento de la información a nivel oracional e intraoracional. En este sentido, el dominio de las estructuras sintácticas resulta fundamental para establecer relaciones que organicen y den sentido al lenguaje. No obstante, el conocimiento sintáctico es uno de los aspectos en que los sordos presentan mayores dificultades. Por ello, la sintaxis se ha convertido en una de las variables más investigadas en el campo de la sordera. Al respecto, Paul (1998) plantea que para los sordos, y posiblemente para los aprendices de una segunda lengua, el conocimiento sintáctico es un buen indicador de la habilidad lectora, porque requiere la destreza para integrar información a través de unidades lingüísticas como palabras, frases y oraciones.

Ante estas dificultades, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) suponen un medio de integración y acceso a la educación muy importante para las personas con discapacidad auditiva: adaptan la metodología de enseñanza-aprendizaje al déficit que presentan los alumnos y posibilitan el acceso a la tele formación. Sin embargo, la proliferación de numerosas experiencias relacionadas con desarrollo de TIC adaptadas a la educación de personas con discapacidad auditiva ha generado una cierta descoordinación y desinformación acerca de los recursos existentes.

Internet a supuesto un gran avance en la comunicación entre personas, pero, es difícil encontrar páginas web adaptadas para Personas Sordas, otra vez más, la barrera con la que se encuentran este colectivo es comprender lo que allí esta escrito.

Pero no todo relacionado con nuevas tecnologías se puede considerar inapropiado. Existen actualmente varias herramientas informáticas educativas, que ayudan a los educadores a conseguir mejoras en la capacidad de comprensión lectora de sus alumnos. Una de estas herramientas es Jclic.



¿Pero que es Jclic?

Jclic está formado por un conjunto de aplicaciones informáticas que sirven para realizar diversos tipos de actividades educativas: rompecabezas, asociaciones, ejercicios de texto, palabras cruzadas.


Interfaz de JClic

Las actividades no se acostumbran a presentar solas, sino empaquetadas en proyectos. Un proyecto está formado por un conjunto de actividades y una o más secuencias, que indican el orden en qué se han de mostrar.


Existen actualmente una gran cantidad de proyectos, hay que recordar que Jclic trabaja con una licencia GNU es decir, es totalmente gratuita, esto hace que esta herramienta sea utilizada por educadores en diferentes áreas. Pero no todos los proyectos creados con Jclic son válidos para la educación de Personas Adultas Sordas. La creación de actividades específicas supone realizar una valoración previa de las necesidades reales de este colectivo.

Se ha demostrado a través de una investigación realizada en la Universidad de Salamanca que un proyecto Jclic llamado LECTOR que contiene actividades especificas para la educación de estrategias sintácticas y semánticas en lectura para Personas Sordas Adultas, es útil para mejorar la comprensión lectora. Existe una página www.signando.com que ofrece información a cerca de varios temas relacionados con las personas sordas. En el apartado de enlaces se puede encontrar uno apuntando a JClic.

Las nuevas tecnologías nos brindan la posibilidad de educar a estas Personas, pero, hay que saber elegir el medio y adaptarlo a las necesidades.

Bibliografia

Alegría J., & Leybaert J. (1987). Adquisición de la lectura en el niño sordo: un enfoque psicolingüístico. Investigación y Logopedia. Madrid. CEPE. 

Andrews, J. F., & Mason J. M. (1991). Strategy usage among deaf and hearing readers. Exceptional Children, 57(6), 536-545.
 
Asensio, M. (1989). Los Procesos de Lectura en los Deficientes Auditivos. Tesis doctoral no publicada. Universidad Autónoma de Madrid.
 
Balow, B., Fulton, H. & Peploe, R. (1971) Reading comprehension skills among hearing-impaired adolescents. Volta Review, 73, 113-119.
 
Ewoldt, C. (1981). A psycholinguistic description of selected deaf children reading in sign language. Reading Research Quarterly, 17 (1), 59-89.
 
Flexer, C., Wray, D., Millin, J. & Leavitt, D. (1993). Mainstreamed college students with hearing loss: Comparison of receptive vocabulary to peers with normal hearing. Volta Review, 95, 125-133.
 
Gaines, R., Mandler, J. & Bryant, P. (1981). Immediate and delayed story recall by deaf children. Journal of Speech and Hearing Research, 24, 463-469.
 
Herrera, V. (2003). Desarrollo de habilidades lectoras en sujetos sordos signantes, a partir del uso de códigos dactílicos. Tesis doctoral no publicada. Universidad Complutense de Madrid.


Descargar Articulo sobre JClic


* Terapeuta Ocupacional

El Software Educativo (Por Pere Marques *)

Definicion

Son programas para ordenador creados con la finalidad específica de ser utilizados como medio didáctico, es decir, para facilitar los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Esta definición engloba todos los programas que han estado elaborados con fin didáctico, desde los tradicionales programas basados en los modelos conductistas de la enseñanza, los programas de Enseñanza Asistida por Ordenador (EAO), hasta los aun programas experimentales de Enseñanza Inteligente Asistida por Ordenador (EIAO), que, utilizando técnicas propias del campo de losSistemas Expertos y de la Inteligencia Artificial en general, pretenden imitar la labor tutorialpersonalizada que realizan los profesores y presentan modelos de representación del conocimiento en consonancia con los procesos cognitivos que desarrollan los alumnos.




Características esenciales de los programas educativos

Los programas educativos pueden tratar las diferentes materias (matemáticas, idiomas, geografía, dibujo...), de formas muy diversas (a partir de cuestionarios, facilitando una información estructurada a los alumnos, mediante la simulación de fenómenos...) y ofrecer un entorno de trabajo más o menos sensible a las circunstancias de los alumnos y más o menos rico en posibilidades de interacción; pero todos comparten cinco características esenciales:


  • Son materiales elaborados con una finalidad didáctica, como se desprende de la definición.
  • Utilizan el ordenador como soporte en el que los alumnos realizan las actividades que ellos proponen.
  • Son interactivos, contestan inmediatamente las acciones de los estudiantes y permiten un diálogo y un intercambio de informaciones entre el ordenador y los estudiantes.
     
  • Individualizan el trabajo de los estudiantes, ya que se adaptan al ritmo de trabajo cada uno y pueden adaptar sus actividades según las actuaciones de los alumnos.
     
  • Son fáciles de usar. Los conocimientos informáticos necesarios para utilizar la mayoría de estos programas son similares a los conocimientos de electrónica necesarios para usar un vídeo, es decir, son mínimos, aunque cada programa tiene unas reglas de funcionamiento que es necesario conocer.




Estructura Basica de los programas educativos


La mayoría de los programas didácticos, igual que muchos de los programas informáticos nacidos sin finalidad educativa, tienen tres módulos principales claramente definidos: el módulo que gestiona la comunicación con el usuario (sistema input/output), el módulo que contiene debidamente organizados los contenidos informativos del programa (bases de datos) y el módulo que gestiona las actuaciones del ordenador y sus respuestas a las acciones de los usuarios (motor):

1. El entorno de comunicación o interficie
La interficie es el entorno a través del cual los programas establecen el diálogo con sus usuarios, y es la que posibilita la interactividad característica de estos materiales. Está integrada por dos sistemas:

  • El sistema de comunicación programa-usuario, que facilita la transmisión de informaciones al usuario por parte del ordenador, incluye: Las pantallas a través de las cuales los programas presentan información a losusuarios; Los informes y las fichas que proporcionen mediante las impresoras;El empleo de otros periféricos: altavoces, sintetizadores de voz, robots, módems, convertidores digitales-analógicos, etc.
  • El sistema de comunicación usuario-programa, que facilita la transmisión de información del usuario hacia el ordenador, incluye: El uso del teclado y el ratón, mediante los cuales los usuarios introducen al ordenador un conjunto de órdenes; respuestas que los programas reconocen; El empleo de otros periféricos: micrófonos, lectores de fichas, teclados conceptuales,pantallas táctiles, lápices ópticos, modems, lectores de tarjetas, convertidores analógico-digitales, etc.
Con la ayuda de las técnicas de la Inteligencia Artificial y del desarrollo de las tecnologías multimedia, se investiga la elaboración de entornos de comunicación cada vez más intuitivos y capaces de proporcionar un diálogo abierto y próximo al lenguaje natural.

2. Las bases de datos
Las bases de datos contienen la información específica que cada programa presentará a los alumnos. Pueden estar constituidas por:
  
  • Modelos de comportamiento. Representan la dinámica de unos sistemas. Distinguimos: Modelos físico-matemáticos, que tienen unas leyes perfectamente determinadas por unas ecuaciones; Modelos no deterministas, regidos por unas leyes no totalmente deterministas, que son representadas por ecuaciones con variables aleatorias, por grafos y por tablas de comportamiento.
  •  Datos de tipo texto, información alfanumérica.
  •  Datos gráficos. Las bases de datos pueden estar constituidas por dibujos, fotografías, secuencias de vídeo, etc.
  • Sonido. Como los programas que permiten componer música, escuchar determinadas composiciones musicales y visionar sus partituras.

3. El motor o algoritmo
El algoritmo del programa, en función de las acciones de los usuarios, gestiona las secuencias en
que se presenta la información de las bases de datos y las actividades que pueden realizar los
alumnos. Distinguimos 4 tipos de algoritmo:

  • Lineal, cuando la secuencia de las actividades es única.
  • Ramificado, cuando están predeterminadas posibles secuencias según las respuestas de los alumnos.
  • Tipo entorno, cuando no hay secuencias predeterminadas para el acceso del usuario a lainformación principal y a las diferentes actividades. El estudiante elige qué ha de hacer y cuándo lo ha de hacer. Este entorno puede ser: Estático, si el usuario sólo puede consultar (y en algunos casos aumentar o disminuir) la información que proporciona el entorno, pero no puede modificar su estructura; Dinámico, si el usuario, además de consultar la información, también puede modificar el estado de los elementos que configuran el entorno; Programable, si a partir de una serie de elementos el usuario puede construir diversos entornos.

Moodle: Una nueva sociedad, un nuevo E-learning (Por Elisabet Rodriguez *)

Moodle es una de las últimas aplicaciones que surge para dar consistencia a la educación a distancia. La filosofía de su creador, es realmente interesante pero se debe recordar que como siempre en la red, nada está acabado y tiene sus limitaciones.

La educación, como muchos otros aspectos de la sociedad, es sensible al paso del tiempo y a la evolución del mundo.No se trata solamente del  ámbito social, si no también de la técnica, la forma de estudio.
En nuestros días, esta situación de cambio, se traduce en e-learning, una nueva manera de aprender, una educación sin distancias, electrónica. Uno de los softwares más competentes para su desarrollo es Moodle. Con este programa el profesor tiene todas las herramientas necesarias para crear un curso al que el alumno podrá acceder fácilmente desde cualquier ordenador.

Los que no estén familiarizados con esta aplicación deben saber que se trata de un software libre con características similares a las de Blackboard. Moodle es el acrónimo de Modular Object-Oriented Dynamic Learning Environment (Entorno de Aprendizaje Dinámico Orientado a Objetos y Modular).

El e-learning

A pesar de que en el último tiempo utilizamos e-learning casi como sinónimo de educación a distancia, lo cierto es que aun hay mucho camino por recorrer para que esto suceda.

Cualquier título que pueda conseguirse sin necesidad de asistir a un centro, sea haciendo proyectos por cuenta propia o estudiando en casa para presentarse después a un examen, habrá sido alcanzado mediante educación a distancia. Si nos paramos a analizar con detalle el término educación, en este caso la situación no hace honor a su nombre.

Entonces entra el nuevo término el e-learning. Esto es un sistema mejorado de educación a distancia ya que permite una comunicación mucho más fluida entre profesor y alumno. Las nuevas tecnologías se ponen a su servicio.  Algunas de las herramientas que se ofrecen son: textos, animaciones, gráficos, vídeos, chat, foros y correo electrónico. El uso de unos u otros dependerá de la organización del curso.



Interfaz de Moodle


En un principio se creyó que el e-learning era una alternativa más económica a la educación tradicional, ya que no requería de horarios  ni de un espacio físico. Más adelante se vio truncada esta esperanza cuando los organizadores se dieron cuenta de que la presencia del profesor era la misma desde el momento en que tenía que preparar unos materiales de calidad y estar disponible en la red más a menudo de lo que estaría en el aula.

Por ello se ralentizó la implementación de las nuevas tecnologías en la enseñanza, por ello quizá también es que aun se mantiene la educación a distancia sin ningún tipo de soporte tecnológico. A pesar del desengaño hay muchas personas que aun creen en las ventajas de la educación a distancia ligadas a Internet, sin duda alguna una de ellas es Martin Dougiamas. Informático y doctorado en educación ha desarrollado toda una plataforma de aprendizaje.

Presente y futuro de Moodle

La idea con la que Dougiamas hace nacer Moodle se acerca a todo un sueño democrático, pero lo cierto es que la competencia de la aplicación no es pequeña. Por un lado tenemos al gran gigante Blackboard, software utilizado por varias universidades que le permiten tener algo parecido a un monopolio.
Blackboard tiene características similares a las de Moodle, la gran diferencia es que no es gratuito y patenta sistemáticamente todo aquello que renueva.



Entrevista con Martin Dougiamas, desarrollador de Moodle


Otras competencias menos feroces pero dignas de tener en cuenta son aplicaciones como Claroline, Dokeos, Ilias y Ecollege. De momento, según la base de usuarios registrados Moodle tiene más de 2.600 sitios en cerca de 100 países y está traducido a más de 50 idiomas. El mayor de estos sitios acoge en si mismo 6.000 cursos y 30.000 estudiantes.

Pero de la misma manera que no existe un buen profesor sin un buen estudiante que le escuche, no existe un buen software para e-learning si el usuario no confía en este método de enseñanza. Quizás sea ésta la primera barrera a la que se tienen que enfrentar investigadores como Martin Dougiamas.

Si quieren  informarse mejor sobre Moodle, les recomiendo que visiten su site oficial, encontraréis la información en varios idiomas y además pueden descargarse el programa desde allí, gratuitamente.

* Licenciada en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente trabaja en un programa radiofónico y colabora en Barnapop.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Plan Moodle para mi escuela





La fundacion CTIC B&M (Centro Tecnologico de la Informacion y las comunicacion B&M) es una institucion privada sin animo de lucro con caracter social y de cooperacion para el fomento de la investigacion, desarrollo e innovacion en la costa del atlantico colombiano. actualmente esta impulsando el desarrollo tecnologico regional atraves de la utilizacion y aprovechamiento de las nuevas tecnologias de informacion y comunicacion en los procesos educativo y productivos en las comunidades.


En alianzas con otras entitdades esta poniendo en marcha un plan de uso de las TICS atraves de la instalacion de la plataforma virtual interactiva Moodle en los colegios y escuelas de toda la region atlantica de Colombia.

Con la puesta en marcha del plan "MOODLE EN MI ESCUELA", se busca despertar en los centros educativos el interés de utilizar los entornos virtuales de aprendizaje como complemento útil a la enseñanza presencial. 

Para mas informacion sobre los proyecto de esta fundacion consulte su sitio oficial:

Implantación de las TIC en la educación y capacitación docente (Por Rene Santos *)

El tema de la implantación de las tecnologías puede ser una de las tareas más frustrantes o más enriquecedoras con las que se haya enfrentado el equipo de trabajo de una institución educativa. Los resultados del proceso están directamente relacionados con la planificación inicial y el acceso a los recursos humanos, materiales y organizativos adecuados. 

La integración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en las aulas es compleja, no se genera de la noche a la mañana, ya que implica todo un proceso que muchos especialistas han tipificado como arduo y lleno de obstáculos; sin embargo, y aquí va la parte enriquecedora, puede ser el punto de partida para superar la modalidad tradicional de impartir clases. Con la tecnología, los docentes pueden poner en práctica acciones innovadoras que mejoren el ambiente del aula y los impulse a asumir nuevos roles. En los alumnos, el beneficio no puede ser menor; los nuevos ambientes educativos apoyados por la tecnología permiten a los estudiantes potenciar sus habilidades, enfrentarse al aprendizaje desde una postura activa, participar de ambientes colaborativos y construir su propio conocimiento.




Incidencia de las TIC en el proceso educativo


Al hablar de la incidencia de las TIC en la educación es necesario remitirnos a sus posibilidades. Hoy en día, es difícil que alguien pueda cuestionar los grandes efectos e importantes consecuencias que las tecnologías producen en el desarrollo social, económico y cultural de los países a nivel global. Estas tecnologías están presentes en todas partes y en todo momento de la cotidianidad del ser humano, a tal grado que saber convivir con ellas es una necesidad,  y aprovecharse de sus posibilidades es un reto.
A través de las TIC encontramos nuevas posibilidades relacionadas con:
  1. La multimediación: La capacidad de poder integrar en un solo formato sonido, video, texto, animaciones e imágenes.

El porque de las TIC's en la educacion (Por EDUTEKA)

El computador electrónico fue inventado a mediados del siglo pasado; el computador personal llegó al mercado después de 1975; e Internet se hizo público y la Web comenzó a enriquecerse a mediados de la década de los 90. Esos grandes hitos están entre los más visibles de la revolución que han experimentado las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los últimos 60 años. Esa revolución ha ido acompañada, y ha sido impulsada, por una reducción dramática, sin precedente en la historia de las tecnologías, en los costos de manejar, guardar y transmitir información.

Desde hace varias décadas se comenzó a especular sobre el impacto que la revolución en las TIC podría tener en la educación, en todos sus niveles. Esa especulación, y los múltiples ensayos que la siguieron, se han convertido en los últimos años, especialmente a partir del desarrollo de la Web, en un gran movimiento que está transformando la educación en muchos lugares del mundo desarrollado.

Infortunadamente, no se ha cumplido una de las predicciones de la especulación inicial, a saber: que la revolución de las TIC permitiría a los países en desarrollo mejorar sus sistemas educativos a pasos agigantados, hasta alcanzar a los de los países ricos. Por el contrario, lo que se observa en años recientes es un aumento en la brecha entre la típica escuela latinoamericana y la típica escuela en muchos países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) Eso no tiene necesariamente que ser así: los gobiernos de América Latina tienen ahora la gran oportunidad de transformar sus sistemas educativos; de mejorar la calidad de sus escuelas; de reducir la inequidad en las oportunidades que se ofrecen a los jóvenes de los diferentes estratos socioeconómicos de sus países; y de preparar a su población para los retos que entraña la economía globalizada, muy competitiva, de la sociedad del conocimiento característica del siglo XXI.

Los cambios tecnológicos en los microprocesadores y en los dispositivos de memoria digital, así como el aumento de capacidad de transmisión de información en fibra óptica y en sistemas inalámbricos y, la disponibilidad de muchísimos recursos gratuitos en la Web han reducido los costos de aprovechamiento del potencial de las TIC en la educación a niveles no soñados por educadores o gobernantes hace sólo 10 años.
Este artículo expresa la posición de la FGPU y de Eduteka sobre las razones por las que se hace urgente aprovechar esta oportunidad que se presenta a las naciones de América Latina para transformar su educación; y pretende servir de material de información y persuasión para argumentar con solidez este tema ante directivos educativos, gobernantes y legisladores.




UNA RAZÓN BÁSICA

La pobreza de recursos educativos en la mayoría de las escuelas latinoamericanas es bien conocida. En particular, la escasez de materiales en sus bibliotecas es una de las más serias limitaciones para la formación de niños y jóvenes de los sectores menos favorecidos económicamente. Esa carencia podría resolverse con una dotación mínima de computadores con acceso a Internet de banda ancha en las bibliotecas escolares. La gran cantidad de libros, revistas, periódicos, diccionarios, enciclopedias, mapas, documentos, videos, muchísimos de ellos gratuitos y con capacidad de multimedia, justifican una inversión inicial en dotación e instalación de equipos y un gasto de sostenimiento cuyo valor sería marginal si se lo compara con el gasto educativo de cualquier país latinoamericano. El acceso a Internet permitiría, además, una cantidad de experiencias educativas nuevas como visitas a museos de arte y de ciencias, acceso a laboratorios virtuales, viajes virtuales a ciudades o regiones remotas, utilización de software educativo interactivo, etc.
Ese esfuerzo de dotación general a las bibliotecas escolares traería importantes cambios a las instituciones educativas, abriría las puertas de un nuevo mundo para sus estudiantes y ayudaría a mejorar la calidad de la educación latinoamericana.

DOS RAZONES FUNDAMENTALES

Pero existen dos razones muy importantes por las que los gobiernos deben ir mucho más allá de dotar las bibliotecas escolares con acceso a la Web (ver gráfica).
Por una parte, debido precisamente a los múltiples cambios originados por la revolución de las TIC, las competencias requeridas a los graduados de los sistemas escolares de América Latina han cambiado. Y esos sistemas escolares deben atender esas nuevas demandas para que los jóvenes que pasan por ellos estén mejor habilitados para llevar una vida personal, productiva y cívica valiosa en el siglo XXI.
Además, las TIC, con toda la gama de herramientas de hardware y software que contienen, convertidas en herramientas de la mente, usadas para potenciarla, facilitan la creación de ambientes de aprendizaje enriquecidos, que se adaptan a modernas estrategias de aprendizaje, con excelentes resultados en el desarrollo de las habilidades cognitivas de niños y jóvenes en las áreas tradicionales del currículo.

ExperTICia

Proponemos llamar experTICia a la condición de una persona competente en las nuevas demandas de formación originadas en la revolución de las TIC, demandas que, como ya se dijo, deben ser atendidas por cualquier sistema escolar de calidad contemporáneo.




La experTICia incluye unas competencias relacionadas con el hardware y el software; otras relacionadas con los contenidos de la información y las comunicaciones; y un tercer tipo que enlaza las dos anteriores con capacidades intelectuales de orden superior.
Las primeras implican un conocimiento de los conceptos fundamentales de las TIC y la habilidad en el uso de sus diversas herramientas.

Los conceptos fundamentales son las bases sobre las que se construyen las TIC; el computador, las redes, los sistemas de información, la representación digital o binaria de la información, los modelos, el pensamiento algorítmico y la programación son algunos de ellos [1]. Si las TIC no evolucionaran, el conocimiento de estos conceptos sería innecesario; bastaría saber usar los equipos y el software; pero las TIC cambian permanentemente y una buena comprensión de sus fundamentos permite estar preparado para las innovaciones y adaptarse rápidamente para aprovechar las nuevas oportunidades.
La lista de habilidades requeridas en el uso del hardware y el software cambia frecuentemente, según aparecen nuevos productos y nuevas aplicaciones. Entre las más importantes hoy, tendríamos: instalación del computador, uso de las funciones básicas del sistema operativo, uso del procesador de texto, uso de un sistema de presentación multimedia, conexión a una red, uso de un navegador para buscar recursos en la Web, uso de sistemas de correo o de comunicación con otros [2], uso de una hoja de cálculo, uso de un manejador de bases de datos, uso de cámaras digitales de fotografía y video, uso de algunos servicios de la Web 2.0, etc.

El conocimiento de los conceptos fundamentales de las TIC y las habilidades en el uso del hardware y del software componen la primera parte de la experTICia. La segunda, está relacionada con el uso y la producción de los contenidos de la información, tanto en la Web como en los medios digitales en general.
Como se dijo antes, la mayoría de los latinoamericanos se ha educado sin acceso a una cantidad siquiera apreciable de fuentes de información y conocimiento: libros, revistas, diarios, enciclopedias, etc. En la nueva realidad, el acceso a la Web con su inmensa cantidad de recursos valiosos y, al mismo tiempo, de material inútil y basura, exige el desarrollo de una primera competencia nueva: la de manejo de información (CMI); que capacita al joven para definir el problema de información que enfrente, escoger, ejecutar y refinar su estrategia de búsqueda, juzgar la validez de las fuentes de la información obtenida y procesar esa información.

Además, ante la creciente avalancha producida por la gran cantidad de medios y mensajes mediáticos a la que está expuesto el ciudadano normal, se requiere el desarrollo de otra competencia nueva: el Alfabetismo en Medios; se trata de la comprensión de cómo se construyen los mensajes que contienen, para qué propósitos, usando cuáles herramientas; se trata de aprender a examinar cómo diferentes individuos interpretan los mensajes de manera diferente, cómo se pueden incluir o excluir ciertos valores y puntos de vista, cómo los medios pueden influir en creencias o comportamientos; se trata no solo de aprender a recibir los mensajes críticamente, sino de aprender a producirlos y a emitirlos. Tanto la CMI como el alfabetismo en medios demandan una lectura y una escritura diferentes a las tradicionales: son multimediales (con sonido e imagen), son hipertextuales (con enlaces que permiten navegar entre varios textos), son interactivas, contienen íconos e información gráfica; implican, en fin, un nuevo alfabetismo.

Además, estas competencias relacionadas con el uso y la producción de contenidos de información exigen una comprensión de los asuntos éticos y legales implicados en el acceso a la información y en su utilización, como el plagio y los derechos de autor.

La experTICia incluye un tercer tipo de competencia que liga las TIC y las competencias hasta aquí enunciadas con las capacidades intelectuales de orden superior. Esta inclusión se manifestó, talvez por primera vez, en el informe “Being Fluent with Information Technology del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos, en 1999. Ellos incluyeron, entre otras, las que llaman razonamiento sostenido, manejo de complejidad y prueba de soluciones. Un informe más reciente, “Evaluación de las Competencias del Siglo XXI: el panorama actual” (pdf, 460Kb), de junio de 2005 se refiere a cómo países tan diversos como el Reino Unido, Finlandia, Singapur, Israel y Corea del Sur están tratando la experTICia como una de las áreas de competencia centrales en sus currículos nacionales y “artículos que emanan de (sus) Ministerios de Educación y organizaciones aliadas trazan un enlace explícito entre las TIC y capacidades intelectuales de orden superior”. Muy recientemente, los nuevos estándares de TIC para estudiantes de los Estados Unidos, preparados por ISTE incluyen “competencias de creatividad, innovación, investigación, pensamiento crítico, solución de problemas, toma de decisiones, entre otras”, con el uso de herramientas y recursos digitales apropiados”.
Como se dijo antes, el desarrollo de todas estas competencias que hacen parte de la experTICia, es ahora una función crítica de cualquier sistema educativo de calidad.

AMBIENTES DE APRENDIZAJE ENRIQUECIDOS

Pero, como también quedó dicho atrás, hay otra razón muy importante para que los gobiernos se comprometan en la incorporación masiva de las TIC en sus sistemas escolares: las TIC, bien aprovechadas, tienen el potencial de enriquecer muchísimo y a bajo costo los ambientes de aprendizaje en los que se educan niños y jóvenes latinoamericanos. Y esos ambientes enriquecidos permitirían niveles de aprendizaje y de desarrollo de competencias mucho más elevados que los que existen hoy. Los costos de los computadores, de sus equipos periféricos, como escáneres o impresoras, y de muchos dispositivos digitales como cámaras, sensores, sondas, agendas, teléfonos celulares, etc., que funcionan con los computadores o en lugar de ellos, han bajado dramáticamente. Empiezan a verse ya programas pilotos con computadores diseñados especialmente para uso escolar, con precios entre 170 y 300 dólares, como el XO de la Fundación “One laptop per child (OLPC)” (un portátil por niño) o como el Classmate de Intel. Esos equipos traen incorporados varios dispositivos valiosos, tienen especificaciones técnicas apropiadas para el uso escolar y vienen con una serie de programas de software suficientes para gran variedad de aplicaciones.
La propuesta de los fabricantes de estos equipos es llegar a la situación “uno a uno”; un computador por cada niño o joven; e, idealmente, un computador cuyo usuario pueda tenerlo y usarlo tanto en la institución educativa como en su casa.

Pero ¿Por qué se querría llegar a esa situación de “uno a uno”? ¿no sería suficiente tener unas pocas aulas o laboratorios de computadores a donde los estudiantes vayan a desarrollar las competencias propias de la experTICia? Porque el “uno a uno” ofrece muchísimas ventajas: mediante su propia memoria o mediante el acceso a la Web, puede reemplazar libros, manuales o textos, diccionarios, enciclopedias, cuadernos o libretas y demás productos de papel para todas las materias que hoy requiere cualquier estudiante para el plan de estudios; además, un equipo como el XO ofrece cámara fotográfica, micrófono, parlantes y otras facilidades de comunicación; pero lo más importante es que el software que trae incorporado el equipo y su acceso a Internet permiten convertirlo en herramienta de la mente. David Jonassen, en un artículo sobre ese concepto, dice que “las herramientas de la mente son aplicaciones de los computadores que, cuando son utilizados por los estudiantes para representar lo que saben, necesariamente los involucran en pensamiento crítico acerca del contenido que están estudiando”. Un ejemplo clásico, presentado por el mismo Jonassen, es el uso de Bases de Datos; la organización de una información, que puede haber sido obtenida por el estudiante o suministrada por el docente, en la forma de una Base de Datos sobre la que pueden efectuar después consultas específicas, necesariamente involucra al estudiante en razonamiento analítico y le exige pensar acerca de relaciones causales entre ideas. Jonassen nos presenta varios grupos de aplicaciones de los computadores que representan diversos tipos de herramientas de la mente: de organización semántica, de modelado dinámico, de interpretación de información, de construcción de conocimiento y de conversación y colaboración. 

Solo cuando se llega a una situación de “uno a uno” pueden los estudiantes usar el computador todo el tiempo y para todas las áreas o materias como herramientas de la mente. En la situación convencional de aulas o laboratorios de cómputo, aún en las instituciones educativas en las que se llega a relaciones de 10 estudiantes por computador, es muy difícil avanzar más allá de una experTICia aceptable. El número limitado de horas en las que el estudiante puede usar los equipos dificulta mucho un progreso mayor.
Quizá por una coincidencia afortunada, estos computadores potentes y muy económicos, están disponibles en esta época, cuando hay más reconocimiento del potencial de la pedagogía constructivista, basada en estrategias de aprendizaje activo, como la mayor potenciadora del aprendizaje de los estudiantes. En las últimas décadas, se ha venido acumulando un consenso creciente sobre las teorías relacionadas con el aprendizaje humano; una buena expresión de ese consenso está contenida en el libro “Cómo aprende la gente” de la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. La aplicación de esas teorías, empleando las TIC como herramientas de la mente, permite la creación de ambientes enriquecidos, donde los estudiantes pueden construir su propio conocimiento más rápida y más solidamente.
Esos ambientes de aprendizaje, enriquecidos mediante el uso generalizado de las TIC, son lo que realmente pueden transformar la calidad de la educación. 

NOTAS DEL EDITOR:

[1] Being Fluent with Information Technology, documento publicado por la editorial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos(NAP) http://www.nap.edu/catalog.php?record_id=6482   
[2] Herramientas de comunicación como Chat, Messenger, Skype, redes sociales (facebook, mySpace, Hi5, tagged, etc).

Mitos de la educación on-line (Por Andres Manzano Garcia *)

Pocos docentes y teóricos de la enseñanza cuestionan valor de Internet como herramienta mediadora en la adquisición de conocimientos. Sin embargo, no faltan quienes se muestran muy escépticos sobre su verdadero potencial socializador, propedéutico, favorecedor del desarrollo personal y, en última instancia, de las destrezas, hábitos y actitudes necesarios para la vida adulta.

En la década de los noventa -deslumbrados por una euforia tecnológica desmedida e irreflexiva, casi enfermiza- son numerosos los estudios pedagógicos que apuntan hacia nuevas formulaciones del sistema educativo en el que las T.I.C. (tecnologías de la información y la comunicación) ocupan una posición hegemónica y el papel del docente queda relegado al de mero asesor de contenidos. Paralelamente, nacen políticas educativas en las que se penalizan las asignaturas con excesivo contenido humanístico y se relegan a lo meramente anecdótico aquellos saberes que, por tradición, más han contribuido a fomentar la capacidad crítica entre el alumnado. En definitiva, las aulas se van llenando de ordenadores a la vez que se vacían de contenidos.




Entre las diferentes administraciones educativas surge un desmedido interés por implantar a toda prisa programas de alfabetización informática: Llueven ordenadores, impresoras, líneas de banda ancha, cámaras digitales, y otros dispositivos que casi nadie usa porque la formación del profesorado no puede seguir el ritmo trepidante de las nuevas tecnologías, y porque -aun existiendo algunos profesionales preparados- nadie se ha preocupado por construir un diseño curricular global que integre el uso de estas tecnologías de manera natural en los procesos de enseñanza-aprendizaje. En tales circunstancias, el “analfabetismo digital” ya no es solo un problema de medios, ni siquiera de libre acceso a la información, sino de propuestas educativas coherentes que sirvan para conseguir un uso práctico y adecuado al desarrollo integral de la persona (fin último de cualquier sistema educativo) a partir del abanico de posibilidades que ofrecen las TIC.
En este punto, muchos docentes, más que escuchar complacidos los dulces cantos de sirena con que tratan de seducirnos los nuevos “profetas” de la cultura del bit, nos deberíamos poner en guardia sobre el uso puramente instrumental -y a menudo demagógico- que algunos suelen hacer de la implantación del ordenador en las aulas. Enmascarando, con la vieja cantinela del retraso tecnológico, los otros muchos problemas que aquejan al sistema educativo, que los profesionales de la enseñanza padecemos a diario en nuestros centros, y cuya resolución resulta, obviamente, mucho más comprometida y costosa.
Con lo anterior, no pretendo restar importancia al uso pedagógico de TIC, sino más bien forzar una reflexión sobre los principios y prioridades en que se asienta el valor de enseñar.

Por otra parte, adquirir competencias en el uso del ordenador, poder asomarse a la ventana digital y navegar con soltura en ese océano de información desestructurada y confusa que es la Red, nunca deberá considerarse como fin en si mismo, ni en la formación de profesorado, ni mucho menos en la de los alumnos. El universo digital pone al alcance de un “clic” numerosos materiales de construcción, algunos servirán para elaborar sólidos cimientos, otros resultarán defectuosos, otros se anillarán como volutas de humo entre nuestros dedos cansados... Debemos educar a los alumnos en el arte de construir; han de ser capaces de modelar conjeturas, teorías, conocimientos científicos, sistemas de valores y creencias, a partir de unos datos a los que cada vez se accede con mayor facilidad, y que con frecuencia confunden y abruman. Luego, el peso educativo de las TIC no recae en la “I” de “Información”, de “Informática”, de “Internet”, sino el la “C” de “Comunicación”, de “Construcción”, de “Conocimiento”, que debería ser cada vez más grande en detrimento de las mera exhibición de habilidades técnicas.



Para muestra de este triunfalismo rampante respecto valor de las TIC en la enseñanza, bástenos recordar la postura de Toffler y Kelly, quienes, en la década de los noventa, propugnaban el advenimiento de un nuevo paradigma educativo asentado en las dos siguientes premisas:

1) La información es considerada como una materia prima. El aprendizaje es capacidad de procesamiento, de manipulación simbólica. Es el conjunto de estrategias que describen qué hacer, cómo interpretar y cómo transformar dicha información.
2) Dado que la información será el elemento central de la actividad humana, todos los procesos de nuestra vida individual y social están mediados por su posesión y procesamiento.

Ninguno de estos dos supuestos resiste, a mi juicio, un serio análisis crítico. Ambos autores olvidan que en el proceso de formarse para la vida adulta, y no digamos de desenvolverse adecuadamente en el complejo entramado de las interacciones sociales, entran en juego otros muchos factores psíquicos, afectivos, éticos y conductuales que van mucho más allá del procesamiento de información. El filósofo Fernando Savater desmonta hábilmente este argumento con la siguiente afirmación: “No es lo mismo procesar información que comprender significados. Ni mucho menos es igual que participar en la transformación de los significados o en la creación de otros nuevos”.

No cabe duda, de que la escuela también tiene la obligación de formar a los alumnos para desenvolverse y participar en un mundo digital, pero ello no implicará abandonar de la noche a la mañana el marco teórico en que se desarrollan los procesos de enseñanza-aprendizaje, sino más bien integrar las ventajas que ofrece la tecnología en proyectos educativos consistentes con los conocimientos y valores en que el alumno deberá ser educado. Sólo de este modo podrá ser conciliada la formación humanística -de la que por desgracia adolecen muchos de nuestros escolares- con la formación técnica, necesaria para satisfacer las demandas laborares.

En el imaginario de Internet, aparecen numerosos conceptos como ubicuidad, telepresencia, autoaprendizaje, simulación, gestión individualizada del conocimiento e interactividad, que la educación on-line ha ido haciendo suyos hasta conformar un falso paradigma educativo en el que los roles de docentes y discentes se flexibilizan y diluyen, acabando por ser intercambiables y, en algunas situaciones, carentes de significado. Como seguidamente veremos, se trata de extrapolaciones infundadas, de una simple declaración de intenciones que conduce a una serie de mitos erróneos sobre el deber ser de la educación. Veamos algunos de ellos:

MITO 1: Mayor Interactividad.

Existe la falsa creencia de que la educación on-line genera, por si misma, un entorno de trabajo más colaborativo, en el que las pautas de interacción entre los miembros del grupo salen reforzadas al disponer de recursos telemáticos que facilitan una comunicación asimétrica, inmediata, flexible y multicanal.


Sin embargo, de nuestra experiencia y del análisis de algunos estudios sobre el tema, se deduce que, hoy por hoy, el sueño Gibbsoniano de un ciberespacio en el que se desarrolla nuestra actividad social de manera genuina e inmediata, dista mucho de ser una realidad. Los elementos comunicacionales que los sistemas de e-learning ponen a nuestra disposición generan una información pobre, fragmentaria, mecánica y poco reflexiva, basada casi por completo en pequeños mensajes de texto e intercambio de ficheros, que muy poco tiene que ver con la riqueza comunicativa que se obtiene en un entorno presencial.


Este es el motivo por el que -con muy buen criterio- numerosas convocatorias de cursos on-line intercalan en sus diseños una reunión presencial al comienzo de la actividad y varias reuniones de seguimiento en las que se evalúan los logros obtenidos, se resuelven dudas y se intercambian opiniones sobre la evolución del curso. 

Los sistemas de comunicación en un entorno de teleaprendizaje suelen ser los mismos que los de cualquier sitio web: e-mail, foros y Chat. En contadas ocasiones se dispone de una pizarra virtual, un sistema de mensajería interna y un aula virtual dotada de videoconferencia. 

MITO 2: Educación a la carta y la gestión individualizada del conocimiento.

Es un hecho incontestable que cada persona tiene su ritmo y estilo de aprendizaje; que siendo rigurosos no puede hablarse de atención a la diversidad en referencia a grupos de alumnos específicos porque todos somos diversos. Factores psico-somáticos, ambientales y sociológicos se conjugan en cada uno de nosotros de manera sutil e impredecible haciendo de nuestro particular proceso de enseñanza-aprendizaje un hecho único que requiere atención individualizada. Los profesores somos conscientes de este hecho y, en la medida de nuestras posibilidades (que ciertamente no son muchas), tratamos de adecuar nuestra actividad docente a esta situación.


Este argumento, que ha sido empleado de forma recurrente en la mayor parte de publicaciones sobre E-learning, se asienta en las siguientes premisas:

1. La flexibilidad es una de las grandes bazas de los entornos de trabajo on-line. Garantiza una gestión individualizada del tiempo y lugar de trabajo, a la vez que permite a cada alumno adaptar los objetivos del curso a su particular estilo de aprendizaje.
2. El aprendizaje colaborativo constituye una estrategia novedosa de trabajo que permite a los alumnos implicarse en un proyecto común, confrontando puntos de vista, sometiendo a crítica sus ideas y compartiendo recursos para la consecución de objetivos.

3. Aprendizaje a la carta. El alumno adopta, a partir de los diferentes itinerarios y recursos formativos que ofrece el portal, el estilo de aprendizaje que mejor se adapta a sus necesidades específicas. El portal contiene diferentes alternativas cuyas bifurcaciones confluyen en la consecución de unos objetivos establecidos a priori y que son comunes a todos los alumnos. A partir de un menú inicial de preferencias y en función de las opciones seleccionadas en las diferentes etapas del curso, el sistema irá guiando al alumno por un camino único, considerado -en teoría- de “óptimo rendimiento”.

La consecución de estos tres objetivos requiere el diseño de sistemas telemáticos dinámicos, semi-inteligentes y con un nivel de interactividad y adaptación al usuario difícilmente alcanzable a partir de las tecnologías web disponibles en la actualidad.

La flexibilidad, es sin duda, el postulado más fácil de conseguir. Sin embargo, dista mucho de ser completa ya que la mayor parte de las propuestas educativas on-line siguen esquemas programáticos clásicos: Distribución temporal de contenidos, calendario de evaluaciones, secuencia lineal de etapas, superación de fases mediante pruebas objetivas, etc. En realidad, la mayor parte de los cursos presenciales (salvo por el horario) son más flexibles a la hora de adaptarse a las características y evolución del grupo. Por otro lado, la flexibilidad para resultar efectiva debería ser bidireccional: El sistema tendría que ajustarse al ritmo del alumno, modular su nivel de interacción, proponer itinerarios diferenciales, sugerir pautas de aprendizaje alternativas, etc.




Emplear técnicas de aprendizaje colaborativo no es ninguna aportación novedosa, salvo por el hecho de que la colaboración en entornos virtuales facilita la interacción a distancia y dota a los integrantes del grupo de formas más sofisticadas de acceso e intercambio de información. Sin embargo, como han evidenciado algunos estudios, el anonimato y la falta de contacto personal entre interlocutores puede ser un factor inhibidor que distorsiona la calidad, relevancia y frecuencia de la información intercambiada.

Por otro lado, quizá lo más relevante del aprendizaje colaborativo no es la cantidad de información y la frecuencia de las interacciones, sino el modo en que los participantes plantean estrategias y pautas de acción coordinadas que contribuyan de manera igualitaria a la consecución de los objetivos previstos. Y en este sentido, parece que la presencialidad -o al menos el conocimiento previo entre participantes- mejora sustancialmente el grado de compromiso del grupo con el proyecto. Todos los cursos on-line en los que se organizan reuniones iniciales y de seguimiento se benefician claramente de esta situación.

Por último, decir que no conozco sistema telemático alguno pensado para adaptarse al estilo de aprendizaje de cada alumno, salvo ciertos experimentos triviales en el campo de los idiomas en los que a partir de pruebas iniciales objetivas dividen a los participantes en varios niveles y fijan para ellos itinerarios (contenidos, tareas, pruebas de avaluación) diferentes. La adaptación a las pautas de aprendizaje de los alumnos requiere una supervisión constante y muy individualizada, similar a la que realizan los departamentos de orientación de algunos centros en el caso de alumnos con necesidades especiales. El profesor debe conocer un diagnóstico previo de la situación del alumno a partir de las variables psicopedagógicas que modulan su estilo de aprendizaje; y en base a esta información, elegir las herramientas y estrategias docentes que mejor se adapten a sus necesidades. Ni que decir tiene que ningún sistema de e-learning resulta, por si mismo, tan satisfactorio como la acción tutorial directa.

MITO 3: El aprendizaje por simulación es el método más efectivo en la fijación y comprensión de conceptos. La simulación computerizada es la mejor herramienta para este propósito.

Un estudio clásico, realizado por David Dale en la década de los sesenta, analiza las tasas de retención y comprensión de los alumnos que reciben formación mediante distintos canales informativos, llegando a la conclusión de que el alumno retiene hasta un 10% de lo que lee, hasta un 30% de lo que ve, hasta un 50% de lo que ve y oye, hasta un 70% de lo que dice y escribe y hasta un 90% de lo que hace.


Décadas después, algunas publicaciones sobre e-learning (vg. Nick van Dam) utilizaron este mismo argumento para justificar el uso de herramientas CBT (computer based training) implementadas en plataformas de educación a distancia como aportación novedosa frente a las técnicas de enseñanza tradicionales. Así, los juegos on-line, las animaciones interactivas, los paisajes virtuales, los entornos de telepresencia y los simuladores darían lugar a un paradigma educativo inédito en el que el alumno se educa interactuando en escenarios digitales que emulan con gran precisión las actividades y procesos reales.


No cabe duda de que en algunas disciplinas el aprendizaje por simulación contribuye a reforzar considerablemente la retención y comprensión de contenidos teóricos a la vez que facilita la adquisición de habilidades prácticas. Sin embargo la efectividad de este método no es en absoluto generalizable a todos los contextos de aprendizaje. Algunas actividades (por ejemplo de tipo humanístico u especulativo) no requieren simulación multimedia, otras aun resultando fácilmente modelizables precisan un contacto directo con la realidad.

En general, a este método de aprendizaje se la pueden hacer las siguientes objeciones:

  • Toda simulación es un sustituto esquematizado y simplificador de la realidad. Es útil como primera aproximación (tal y como ocurre, por ejemplo, en los simuladores de vuelo o de escenarios bélicos) pero no se consigue una formación completa por este medio, siendo necesario siempre el recurso a la realidad.
     
  • Las técnicas de simulación no resultan apropiadas para algunas materias. En otras ocasiones, bastará con una adecuada combinación de recursos gráficos, textuales, sonoros y audiovisuales, o con el empleo de sistemas CBS (community Based Systems) para reforzar los aspectos comunicativos del grupo de alumnos.
     
  • La mayoría de las plataformas de e-learning recurren a la simulación (si es que alguna vez lo hacen) de manera muy puntual, representando estas actividades un porcentaje mínimo sobre el total de los contenidos del curso. El motivo no es otro que el coste económico: Diseñar este tipo de materiales multimedia resulta difícil y su proceso de desarrollo, incluso contando con suficientes especialistas, es lento y laborioso.

MITO 4: La educación telemática supone una revolución, un cambio de paradigma en el que hay que revisar los roles del profesor y el alumno.

Todo sistema novedoso de enseñanza-aprendizaje implicará una adaptación de docentes y discentes al nuevo marco educativo; cierto. Métodos de trabajo, contenidos, funciones, hábitos y actitudes deberán modificarse para responder de manera adecuada a situaciones diferentes. Ahora bien, para profesores que estamos acostumbrados a una sucesión de reformas y contrarreformas en el ámbito educativo, dudo mucho que la participación en experiencias de enseñanza on-line suponga, por sí misma, una verdadera revolución. 

A lo sumo, implicarán una asunción gradual de competencias en el ámbito de las TIC que requerirá incrementar los programas de formación del profesorado. Dichos programas deberán tener las siguientes características:

  • Adquisición de conocimientos técnicos: Internet, redes, sistemas de comunicación on-line, elaboración y mantenimiento de sitios web.